“Frente a la especulación: la respuesta es producción local y consumo responsable”
Ante la coyuntura actual de
especulación financiera y monetaria, remarcación de precios, y maniobras
de diversa índole por parte de algunos de los integrantes de los
sectores comerciales concentrados de la Argentina, quienes conformamos
la Mesa de la Economía Social y Solidaria de Tandil queremos compartir
algunas de nuestras reflexiones y miradas en torno a la problemática,
con la intención de realizar un pequeño aporte a la discusión y el
debate ciudadano.
Nuestro espacio está conformado
por emprendedores, productores, agricultores familiares, cooperativas,
espacios de feria y comercialización, asociaciones civiles e
instituciones y organismos del Estado.
El principal objetivo de la Mesa
es la construcción colectiva de alternativas para el fortalecimiento de
la economía social y solidaria en nuestra ciudad y en la región.
En un trayecto de más de tres
años de trabajo, hemos avanzado y madurado en la elaboración de
propuestas que ponen de relieve otras formas de “hacer economía”,
basadas en la solidaridad, el respeto y el trabajo asociativo.
De esta forma, y en conjunto con
diversas instituciones, instrumentamos un Circuito de Ferias, basado en
la premisa “del productor al consumidor” que logró afianzarse con la
participación de un centenar de emprendimientos locales.
Complementariamente trabajamos en la elaboración de un Proyecto de
Ordenanza que busca consolidar el desarrollo de estas experiencias y
garantizar que todos los emprendedores y productores puedan trabajar y
comercializar sus productos en condiciones justas. Simultáneamente,
impulsamos el Portal de internet Otra Economía Tandil (www.otraeconomiatandil.com.ar),
para generar condiciones equitativas de visibilidad para los
emprendedores y brindarle a la comunidad una herramienta centralizada
para poder contactarlos según el rubro o servicio buscado.
En este andar – con todo lo que
nos falta por crecer aún – fuimos aprendiendo y consensuando estas ideas
y reflexiones. Comenzamos a visualizar que transfiriendo sólo una parte
de lo que destinamos a nuestras compras habituales a la economía
social, productores y consumidores se benefician mutuamente: el
productor percibe una remuneración justa por su trabajo al no haber
intermediarios; y el consumidor, por su parte, recibe un producto de
calidad, a un precio adecuado, con el valor agregado de poder conocer en
qué condiciones son elaborados los productos y cuál es la historia de
la personas que hay detrás.
Consumir productos y servicios
elaborados por emprendedores, productores y cooperativas de nuestra
ciudad, evita los costos asociados al transporte, construimos mercados
de proximidad e indirectamente ahorramos energía y cuidamos el medio
ambiente. Los productos de la economía social y solidaria no generan
acumulación privada de excedentes, es decir, no tienen ganancias
empresariales. De esta manera, pagamos más componente de trabajo que
especulación e intermediarios; el dinero se queda en la ciudad, no se va
fuera del país ni al sistema financiero; fortalecemos nuestros
entramados productivos comunitarios y los espacios de participación
social.
Por todo esto, decimos que el
comprador se convierte en “CONSUMIDOR RESPONSABLE”: al apoyar a los
emprendedores se compromete fuertemente con su comunidad, propiciando
que esos ingresos se reinviertan en la ciudad.
Invitamos a todos a formularnos
estas breves preguntas antes de realizar una compra: ¿es lo mismo que
los productos que consumimos sean realizados bajo relaciones
equitativas, asociativas y cooperativas? ¿da igual que los productos
sean elaborados cuidando el ambiente o no traigan carga residual de
químicos? ¿acaso no importa si un producto de nuestro consumo diario es
extremadamente barato porque trae consigo relaciones de explotación
sobre centenares de personas o extremadamente caro porque hay un sector
de la cadena que percibe una ganancia extraordinaria a costa de los
pequeños productores?
Como ciudadanos y consumidores
tenemos el poder de decidir qué sociedad queremos a través de cada uno
de nuestros actos, inclusive en el acto de comprar. Tenemos el poder de
decirle basta a los especuladores y afianzar el desarrollo de otra
economía, más justa, más humana, inclusiva y con el centro puesto en las
personas antes que en el afán de lucro como única motivación. Hagamos
de nuestras compras, un acto soberano también.
Compremos productos de la
economía social y solidaria a emprendedores, productores familiares y
cooperativas de nuestra comunidad. De este modo, no sólo adquirimos
productos de calidad, sino que frenamos la especulación, favorecemos el
desarrollo local y cuidamos el medio ambiente.
Mesa de la Economía Social y Solidaria de Tandil
www.otraeconomiatandil.com.ar - mesaesstandil@gmail.com
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