En
un ecosistema natural la fertilidad del suelo se mantiene a través del
reciclaje de los nutrientes y el reabastecimiento de la materia
orgánica. Sólo puede crecer lo que el suelo puede mantener.
En
los huertos familiares interrumpimos los ciclos naturales y esperamos
que el suelo produzca diferentes tipos de plantas. Con frecuencia,
sacamos mucho de lo que el suelo produce, nos lo comemos y desechamos
los nutrientes. Después tratamos de agregar de nuevo nutrientes al suelo
comprando fertilizantes y composta. Sin embargo, estos productos
contienen nutrientes y materia orgánica que se producen en otro lugar, y
que por lo general no son reemplazados de donde los tomaron.
La meta para obtener un ecosistema sano en un huerto familiar sustentable es que el área que se cultiva produzca alimentos al mismo tiempo que mantiene la fertilidad del suelo.
Crear
un ecosistema como éste es una forma de participar en el ciclo de la
vida, además de poder cultivar todo lo que necesitas para alimentarte de
tu propio huerto.
Muchos
horticultores comienzan sembrando en un área pequeña tomate, pepino,
cebolla, ejote y lechuga; y por lo general, conforme su huerto comienza a
florecer agregan papas, zanahorias, maíz y melones. Una vez que el
huerto es un éxito, se incorporan otros cultivos como el fríjol y otras
gramíneas a los vegetales preferidos. Sin embargo, tan importantes como
los cultivos anteriores son aquellos que pueden regresar al suelo los
nutrientes que utilizan los cultivos alimenticios.
Cultivos para composta: clave fundamental para un huerto sustentable.
Las
plantas, al igual que los niños, en su fase de crecimiento necesitan
nutrirse y la mejor forma de proporcionar esta alimentación a las
plantas es a través de un suelo naturalmente sano. Mantener un suelo
sano significa asegurarnos que existe un balance nutricional. Cada vez
que cosechamos plantas de un huerto, ya sea para comer o vender, tomamos
nutrientes del suelo. Cuando elaboramos una composta con todos los
restos del huerto y los desperdicios orgánicos de la cocina e
incorporamos esta composta a las camas de nuestro huerto, volvemos al
suelo algunos de los nutrientes que tomamos de él.
Cultivos para composta
Un
cultivo para composta es aquel que sembramos para obtener material para
la pila de composta, principalmente en las temporadas en que no
producimos cultivos para alimentarnos. Algunos cultivos alimenticios,
como el trigo, pueden utilizarse también como cultivos para la composta.
La gran cantidad de paja que se obtiene del trigo, es material para la
composta.
Si
sembramos cultivos para la composta cuando no cultivamos alimentos,
ayudamos a conservar la salud del suelo y a obtener plantas para hacer
composta. Además de nutrientes, la composta nos proporciona materia
orgánica, que es buena para el suelo por varias razones. Los cultivos
para composta agregan materia orgánica directamente al suelo mediante
las raíces que se quedan después de cosechar las plantas; ésta es una
forma especialmente valiosa de materia orgánica. Los horticultores han
notado una diferencia en la fertilidad de las camas donde se han
cultivado plantas para composta y en las que no. Los cultivos para
composta “alimentan” al suelo.
Una
buena combinación de cultivos para composta es sembrar una mezcla de
trigo, cereal de centeno, haba y veza. El sistema extensivo radicular
del trigo y del centeno enriquecerá el suelo. Las habas y los granos
actúan como soportes de la veza que los une a todos en un tipo de
“soporte viviente” evitando que se caigan en caso de viento, lluvia o
nieve. El haba y la veza también agregan nitrógeno al suelo si se
cosechan cuando tienen entre 10 al 50% de floración. La paja del trigo y
del cereal de centeno proveen carbono a la pila de composta.
Antes de empezar…
El
primer paso para convertir tu patio en un huerto productivo y
sustentable es pensar en las camas: su ubicación, tamaño y orientación.
Sol y sombra
Los
alimentos y los cultivos para composta crecen mucho mejor si disponen
de más sol. Once horas de sol directo es lo mejor, pero muchas plantas
crecen bien con sólo siete horas. Algunas plantas, como la lechuga,
pueden desarrollarse con tan sólo cuatro horas de sol directo. Sin
embargo, la mejor ubicación para las camas del huerto es bajo la luz
directa del sol. Recuerda que el sol de invierno no alcanza tantos
rincones del huerto como el sol de verano, y los cultivos de invierno
para composta requieren todo el sol que sea posible.
Tamaño y forma de las camas
El
tamaño y la forma de las camas dependerán, hasta cierto punto, del
tamaño de tu parcela o jardín. Pueden ser circulares, ovaladas,
cuadradas, triangulares, rectangulares o de formas irregulares; pero
existen algunos puntos que debemos recordar.
Una cama para producción de alimentos debe medir por lo menos 1m x 1m. Este tamaño permite que las plantas establezcan un buen micro clima justo sobre el suelo, y que se cree un área importante para que las raíces y microorganismos se desarrollen bajo la superficie del suelo. El que existan buenas condiciones en estas dos áreas, alienta el crecimiento saludable de las plantas, ya que no debes caminar sobre las camas una vez que hayan sido preparadas (a menos que utilices una tabla para excavar para distribuir tu peso y evitar que el suelo se compacte), necesitarás alcanzar fácilmente todas las partes de la cama desde los pasillos. El ancho de la cama debe permitirte alcanzar el centro de la cama desde cada lado, de 1.20 a 1.50 metros es aconsejable para la mayoría de las personas. La cama puede ser tan larga como tú quieras, pero necesitarás caminar alrededor para llegar al otro lado, así que entre 7 y 8 metros es un largo adecuado.
Pasillos
Si
quieres que tu huerto sea tan productivo como sea posible, no debes
desperdiciar espacio en pasillos anchos. El ancho adecuado para los
pasillos es de 30 cm. Los pasillos angostos no sólo nos permiten
utilizar al máximo el espacio de nuestro huerto, sino que también
promueven un micro clima saludable en todo el huerto, ayudando a que las
camas conserven más agua y permitiendo que una “burbuja de humedad”
cubra las camas. Sin embargo, algunas personas prefieren pasillos más
amplios para caminar con mayor facilidad y utilizar una carretilla.
Diseño del huerto
La
ubicación de varias camas formando un cuadrado en el huerto, en vez de
un rectángulo, ayuda a conservar la humedad y mantener un ecosistema
viviente.
Las camas que se colocan a lo largo y angosto se secan mucho más rápido que las que se colocan a lo ancho.
Cuando
hayas decidido como colocar tus camas, utiliza estacas y cordón para
asegurarte que las camas y los pasillos estén alineados adecuadamente.
Una
vez que hayas creado tu huerto, mantén ese diseño. Al excavar y
fertilizar las camas, año con año, el suelo continua mejorándose
conforme los niveles de nutrientes y de materia orgánica se regresan y
se mantienen.
Si cada año cambiamos la ubicación de las camas y pasillos, se retrasará este proceso.
A
algunos horticultores les gusta usar tablones de retención para sus
camas, pero éstos no son necesarios. Si bien, hacen que el huerto se vea
ordenado, aumentan los costos, fomentan la tala de bosques y podrían
alentar la presencia de insectos no deseados. Extracto de El huerto
saludable.
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