Introducción
Uno de los conceptos básicos de la
permacultura es el de planear nuestras casas, terrenos, ciudades de una
manera que permita que la mayor cantidad de alimentos de uso cotidiano
esté lo mas cerca posible de todas las personas (y seres vivos) que
viven allí.
Desde siempre y en todas las culturas
las huertas caseras y las pequeñas áreas cultivadas cerca de la
vivienda, intensamente trabajadas, han funcionado como un respaldo
importante en la alimentación de la gente.
Por su cuidado intensivo y la diversidad
de cultivos en colonias y un espacio reducido tienden a dar mejor
resultado comparado con áreas extensas de monocultivos.
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En la permacultura pensamos en huertos, hortalizas y “paisajes comestibles” partiendo de nuestro hogar. También consideramos el tiempo que le podemos dedicar a éste y por supuesto nuestras preferencias y necesidades alimenticias.
Al (re)diseñar una casa, puedes pensar como integrar parte de la huerta dentro de
la casa, por ejemplo construyendo un invernadero, que puede convertirse
en un rincón tropical para el cultivo de plátano, jengibre, papaya (y
además ayudar a mantener la casa caliente en los tiempo de frío)…
En
el balcón o patio seguramente hay lugar para hierbas aromáticas y
medicinales como tomillo, té de limón, hierbabuena, eneldo…en pequeñas
camas, guacales y “hortalistas”. Si disponemos de un poco de terreno
podemos construir una espiral de hierbas (lo mas cerca de la
cocina) donde podemos juntar una gran variedad de hierbas con diferentes
necesidades de sol y agua en un pequeño espacio.
Podemos
observar nuestros patrones de movernos dentro y alrededor de nuestra
casa: Los caminos que más usamos serán probablemente los espacios para
sembrar una huerta al lado de ellos. Si preparamos una huerta en
un rincón lejos de la casa no lo podemos cuidar tanto y serán mas
atacados por enfermedades, insectos y animales.
Después
de las hierbas ubicamos las camas para las lechugas, beterradas,
zanahorias, repollos, todo lo que necesitamos diariamente en la cocina.
Los árboles frutales pueden estar un poquito mas lejos, (el limón mas cerca…)

Gráfica:
Espiral de Hierbas culinarias- tiene muchos diferentes micrositios para dar un lugar ideal para las hierbas mas importantes de la cocina
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Aparte de estos aspectos más “estratégicos” hay que
considerar su exposición a los elementos como sol, viento, tierra y
acceso a agua en los meses secos:

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Una vez que hemos determinado la ubicación de nuestra huerta, es importante construir una valla alrededor del terreno para
excluir gatos, perros y otros visitantes no deseados. Se pueden
fabricar muy bonitas y económicas con materiales locales como ramas de
los arboles, carrizo, etc. Tambien conviene integrar ciertas
estructuras, como malla- sombra o guías y tutorados para enredaderas.
Analizamos el suelo:
¿Tengo un suelo barroso o arenoso? Es ahora el momento
de hacer correcciones. Eventualmente se tienen que eliminar piedras y
rocas grandes, raízes de árboles y arbustos.
Analizamos las plantas silvestres existentes en el terreno.
Una “plaga ” de algún tipo de hierba o “zacate” nos puede indicar ciertas características del suelo (p.ej. sí crece mucho chicalote, hay deficiencia de hierro, sí hay mucho zacate chino, tiene que decir que la tierra está muy compactada y carece de materia orgánica…). ¡Investigar y observar!

¿ Cuanta superficie necesito para hacer mi huerta?
Empieza en una extensión pequeña: Siempre es sorprendente la cantidad de verduras frescas que uno puede cultivar hasta en el espacio mas reducido. Si quiere autoabastecerse de verduras, recomendamos una huerta de 6m por 6m para una familia..
¿Cómo diseño mi huerta?



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La preparación de camas para las huertas.
Hay muchas formas diferentes y métodos para preparar las camas para
nuestras huertas, que varían según la región y el clima. Para
proteger el suelo intentamos abstenernos de la práctica de volteo o
barbecho de los terrenos de cultivo. Con un buen entendimiento de los
requerimientos de un suelo sano, podemos crear rápidamente un ambiente
favorable para nuestras huertas, aplicando técnicas de labranza
mínima y conservación. Aquí presentamos algunas
formas y maneras de preparar una cama para verduras:
Una técnica de preparación y
aflojamiento profundo del suelo sin voltearlo. Requiere un cierto
esfuerzo, especialmente si uno no está acostumbrado al manejo de
herramientas de mano. Permite crear rápidamente un suelo intacto y rico
en nutrientes, con suficiente aireación para obtener desde el principio
buenas cosechas. Es parte del método biointensivo del cultivo orgánico
de alimentos, desarrollado y promovido por el Sr. John Jeavons. Solo es
posible realizarlo en terrenos donde tenemos un suelo bastante profundo.
1. Se trazan los
limites de la cama, conforme los contornos, si hay una pendiente ligera
(formación de terrazas). En terrenos planos, podemos marcarlas del
oriente hacia el occidente. El ancho de la cama debe que ser igual a la
distancia de los brazos extendidos de dos personas acuclilladas en los
lados opuestos de la cama (vea dibujo 17.1). De ésta manera podemos
llegar a todas partes de la cama para los trabajos de siembra,
transplante, deshierbe y cosecha. El ancho mide entre 80 cm y 1.50 m, el
largo de la cama puede variar.
2. Deshierbamos el
sitio y aflojamos la tierra con un bieldo, a una profundidad de 10 a 15
cm. Encima de la tierra se extiende una capa de 10cm de composta madura o
estiercol de caballo seco.
3. En un extremo de la
cama se abre una zanja, de 30 cm de ancho y lo mismo de profundidad. La
tierra obtenida se coloca en una carretilla, o bién en el otro extremo
de la cama.
4. Abajo de la zanja
recien cavada, se afloja el suelo a una profundidad de 30 cm si es
posible; utilizamos para esto un bieldo o un pico, si el suelo es muy
duro. Si la tierra en el fondo de la zanja esta formado por barro y
arena, agrega otros 10 cm de abono orgánico y lo revolvemos con la
tierra
5. Una vez terminada la
primera zanja y con la tierra de abajo aflojada, se abre otra zanja del
mismo tamaño, al lado de la primera. La tierra que obtenemos la
colocamos en la primera zanja. También aflojamos a una profundidad de 30
cm la tierra abajo de ésta segunda zanja, removiéndola abono orgánico
si es necesario.
6. Seguimos éste
procedimiento hasta llegar al otro extremo de la cama. En la última
zanja echamos la tierra que obtuvimos excavando la primera.
7. Ahora emparejamos la
cama con la pala, el rastrillo o un azadón. Los bordes no deben que
tener mas que 45 grados de pendiente o las podemos reforzar con madera,
troncos o piedras.
8. La capa superior de
la cama podemos enriquecer con otra capa de composta cernida con una
malla de gallinero, añadiendo una pequeña cantidad de ceniza, harina de
hueso o cascara de huevo molido (en suelos ácidos) , aplicamos arropes,
p.ej. hojas, paja o pasto podado (de preferencia sin semillas)
Camas de arropes de cobertura (“mulcheada de cobertura”) o «El huerto instantáneo»
Una técnica muy popular en la
permacultura, que implica poco trabajo físico, pero requiere una gran
cantidad de materiales para implementarla con éxito. Con éste método
crea condiciones optimas para que los insectos, lombrices, bacterias y
microorganismos del suelo hagan el trabajo de aflojar el suelo, lo que
requiere a lo mejor de un poco de tiempo, dependiendo de las condiciones
de nuestro terreno.
Para realizar una cama de arropes se necesitan
cantidades considerables de: cartón o papel de periódico, estiercol de
vaca, caballo o gallina, basura orgánica, composta madura, tierra,
paja….
1. Escoja
un lugar para establecer su jardín de cultivo ¡Mas Quelite y “mala
hierba” tenga, mejor está el lugar. Se poda el pasto lo mas cerca del
suelo, tumbando quelites o macheteando hierbas altas para nivelar la
superficie. Si el suelo está muy duro, podemos abrir la superficie un
poco con un bieldo o un pico, para que la materia orgánica tenga mas
facilidad de entrar al suelo
2. Ahora se aplica en
el área algo de estiercol (no aplicar demasiado, máximo 1cm) y otros
proveedores de nitrógeno, como harina de hueso o de sangre de animal
(del rastro), también tantita cal (en suelos ácidos) o algo de ceniza
así como cualquier suplemento mineral, que pueda necesitar la tierra
(como fósforo)
3. Se
cubre ahora todo el área con cartón, o papel de periódico, petates, ropa
vieja de algodón, cualquier fibra orgánica puede servir. Lo que
queremos lograr es impedir el nuevo crecimiento de las hierbas y
quelites. El zacate se muere abajo de una capa gruesa y bien colocada de
materia orgánica y se transforma en abono para nuestro jardín. Si en
nuestra cama hay un ligero declive, se colocan los materiales de manera
tal, que el agua pueda entrar lo más fácil al suelo. Conviene mojar los
cartones y periódicos antes de colocarlas, porque así se acomodan mejor
al suelo
4. La capa siguiente
puede ser cualquier desperdicio de comida o composta que esté a mano,
fresco y recién salido de la cocina. (No apliquemos restos de carne, ya
que pueden atraer animales a nuestra huerta…)(10cm).
5. Ahora
tenemos que cubrir todo con una buena capa de tierra orgánica y vegetal ,
como composta madura (15 cm) Para terminar la preparación de la cama
ponemos una cobertura de paja (sin semillas) de 10cm
6. Para
sembrar, hacemos con una espátula un hoyo atravesando todo el “colchón”
orgánico y el cartón, lo llenamos con tierra negra y plantamos tanto
semillas como plantulas jóvenes de nuestra preferencia: Lechuga,
albahaca, tomate, alcachofa, papas y muchas plantas mas estarán
encantadas
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