Es un proceso sencillo y suele dar resultado satisfactorio en un
alto porcentaje. Para reproducir las suculentas podemos usar en algunos
casos sólo la hoja tal cual la arrancamos de la planta o puede que
precise practicarle un corte. Dependerá de la especie de la planta, en
el caso de la Echeveria se puede propagar simplemente por la hoja, aunque también le podemos hacer un corte. Las Aeoniums precisan
de corte en todos los casos. Para arrancar la hoja de la planta basta
con un tirón seco para que se desprenda límpiamente.
En la imagen superior vemos ejemplos de cortes mal practicados. Los
cortes se han de hacer siempre con tijeras de podar bien afiladas.
Para que el corte sea bueno no ha de quedar resto alguno de la hoja
en la planta madre, de ahí el tirón seco. La fractura ha de ser limpia y
a ras del tronco de la planta, sin que queden en ningún caso restos de
la hoja en el tronco.
Una vez tengamos las hojas arrancadas o cortadas de la planta
donante, las colocaremos en un recipiente para que se sequen un poco.
Dependiendo del clima del lugar donde residamos tendremos las hojas
secándose entre un día y tres. Bastará para que pierdan un poco de agua y
la herida comience a curar.
A continuación dispondremos las hojas sobre una maceta con tierra
húmeda, pondremos las hojas con su parte convexa hacia la tierra. En el
caso de hojas en las que hayamos practicado cortes, estos quedarán en
contacto con la tierra. Mantendremos la humedad de la tierra pero sin
exceso, demasiada agua pudrirá las hojas.
A las cuatro semanas ya tendrán raíces y en torno a las seis o siete
semanas tendrán un buen enraizamiento como vemos en la fotografía
superior. Ya los podremos plantar en el lugar que les tengamos
reservado.
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