El aceite de neem es un pesticida botánico obtenido de un extracto de la planta Azadirachta índica.
Dado que no afecta significativamente a humanos, mamíferos o insectos
beneficiosos, los granjeros usan el aceite de neem como un insecticida y
fungicida para mantener alejadas plagas como los pulgones, mosca
blanca, trips, minadores, escarabajo de la patata, nematodos, polilla
de la vid, araña roja, ácaros, cochinilla, orugas o gorgojos. El aceite de neem incluso protege los cultivos de infecciones de hongos tales como la roya, brotitis y el mildiu. También se usa insecticidas con aceite de neem como repelentes de mosquitos y piojos.
El aceite de neem hace que el sabor de
las plantas sea más amargo para los insectos que las parasitan, así las
plagas no las comerán, empleándose como insecticida de contacto. La
azadiractina también interrumpe la transición de los insectos entre sus
diferentes estados de metamorfosis, como el paso de larva a crisálida.
Impide que los insectos desarrollen un exoesqueleto más duro, y que se
reproduzcan. Cuando el aceite es absorbido a través de las raíces de las
plantas, actúa como un insecticida sistémico. Lo que implica que los
cultivos no necesiten ser fumigados constantemente.
Otra gran ventaja del uso del aceite de
neem es que no perjudica a los insectos beneficiosos (fauna auxiliar).
Las mariposas, lombrices y abejas ayudan a las plantas en la
polinización y absorción de nutrientes.
USO COMO FUNGICIDA
En lugar de usar cobre, sulfuro, o
incluso tratamientos sistémicos, el tratamiento ecológico basado en el
aceite de neem se usa en frutales, nueces, vegetales, plantas
aromáticas, rosales, plantas de interior, árboles ornamentales, todo
tipo de flores y arbustos. Y, es especialmente indicado en los viñedos
contra el oídio y mildiu, que atacan a las cepas de uvas, no solamente
como preventivo, sino también como un eficaz tratamiento curativo.
El aceite de neem es, por lo tanto, un fungicida efectivo para la
prevención y control de varias enfermedades producidas por los hongos,
incluyendo oídio, mildiu, moteado negro, botritis o podredumbre gris, antracnosis, roya, leaf spot (mancha foliar), filoxera y alternaria.TRATAMIENTO DE PLAGAS
Las semillas y hojas del árbol de Neem
contienen muchos componentes que son útiles para el control de las
plagas. A diferencia de los insecticidas sintéticos, los componentes del
neem actúan sobre el sistema hormonal de los insectos, no sobre el
sistema nervioso o digestivo, y por lo tanto no originan el desarrollo
de resistencia en las futuras generaciones. Estos componentes pertenecen
a la clasificación general de productos naturales llamados
“limonoides”.
La azadiractina se considera actualmente
como el agente más importante, extraído del neem, para el control de
los insectos. ‘Parece tener eficacia en más del 90% de las plagas. No
mata los insectos –o, al menos, no inmediatamente–, en lugar de ello,
sirve tanto de repelente, como para interrumpir su crecimiento y
reproducción. Investigaciones realizadas durante los últimos años, han
demostrado que es el regulador y disuasor más potente, nunca ensayado.
Repelerá o reducirá la alimentación de muchas especies de plagas de
insectos, así como de algunos nematodos. De hecho, es tan potente que
una mínima cantidad de azadiractina evita que los insectos incluso
toquen las plantas.’
A pesar de tener una gran selectividad,
los derivados del neem afectan aproximadamente a unas 400 ó 500 especies
de plagas pertenecientes a Blattodea, Caelifera, Coleoptera,
Dermaptera, Diptera, Ensifera, Hetroptera, Homoptera, Hymenoptera,
Isoptera, Lepidoptera, Phasmida, Phtniraptera, Siphonoptera y
Thysanoptera, ostracodos, arañas y nematodos, especies nocivas de
lombrices y hongos, incluyendo el productor de afllatoxina, asperguillus
flavus.
Una forma de aprovechar las propiedades
para combatir y repeler plagas que tiene el Neem es macerando sus hojas y
aplicándolo sobre las plantas que queremos tratar.
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