martes, 1 de octubre de 2013

El control de plagas según la Agricultura Natural de Fukuoka

briznapajafukuoka
Permitirme decir que todavía hay algunas personas que creen que si no se utilizan productos químicos, sus frutales y sus cosechas se marchitarán ante sus propios ojos.
La realidad es que utilizando estos productos químicos la gente ha creado involuntariamente las condiciones por las cuales este temor infundado puede convertirse en realidad.
Recientemente los pinos rojos japoneses han estado sufriendo severos daños a causa de una plaga de carcomas de la corteza de pino. Los ingenieros forestales están ahora utilizando helicópteros en un intento de frenar el daño mediante la aplicación aérea de pesticidas. No niego que esto sea efectivo a corto plazo pero sé que debe haber otro método.
Las carcomas causantes de la marchitez, según las investigaciones más recientes, no son una infestación directa, sino que siguen la acción de nemátodos intermediarios. Los nemátodos se crían dentro del tronco, bloquean el transporte del agua y nutrientes y ocasionalmente, causan que el pino se marchite y muera.
La causa última, por supuesto, todavía no se comprende con claridad. Los nemátodos se alimentan de un hongo que vive dentro del tronco del árbol. ¿Por qué comenzó éste hongo a extenderse tan prolíficamente dentro del árbol? ¿Comenzó el
hongo a multiplicarse después de que el nematodo hubiese ya aparecido? O ¿apareció el nematodo porque el hongo ya estaba presente? ¿Se reduce todo a la pregunta de quién vino primero, el hongo o el nematodo? Más aún, hay un microbio sobre el que se conoce muy poco, que siempre acompaña al hongo y un virus tóxico para el hongo.
Efecto siguiendo a efecto en cada dirección, la única cosa que puede decirse con toda seguridad es que los pinos se están muriendo en cantidades poco corrientes. La gente no puede saber cuál es la verdadera causa de la marchitez del pino, así como no puede saber las últimas consecuencias de su “remedio”. Si la situación se altera sin saber cómo, únicamente se están esparciendo las semillas de la próxima catástrofe.
No, no puedo alegrarme al saber que el daño inmediato de la carcoma ha sido reducido por la aplicación de productos químicos. La utilización de productos químicos agrícolas es la forma más inepta de tratar de resolver problemas de este tipo y solamente conducirá a mayores problemas en el futuro.
Estos cuatro principios de la agricultura natural (no laboreo, no utilización de abonos químicos o compost preparado, no desherbaje mediante laboreo o herbicidas, no dependencia de productos químicos) cumplen el orden natural y llevan al origen de la riqueza de la naturaleza.
NO LABOREO esto es, no arar ni voltear el suelo. Durante siglos, los agricultores han supuesto que el arado es esencial para cultivar las plantas. Sin embargo el no laboreo es fundamental para la agricultura natural. La tierra se cultiva a sí misma naturalmente mediante la penetración de las raíces de las plantas la actividad de los microorganismos, pequeños animales y lombrices de tierra.
El segundo es NO UTILIZAR ABONOS QUÍMICOS NI COMPOST PREPARADO (Como abono el Sr. Fukuoka, cultiva una cubierta vegetal de trébol blanco, devuelve toda la paja a los campos y añade un poco de gallinaza). La gente interfiere con la naturaleza y por mucho que lo intentan, no pueden curar las heridas que causan. Sus descuidadas prácticas agrícolas drenan el
suelo de nutrientes esenciales resultando una disminución anual en la tierra. Si se deja a sí mismo, el suelo mantiene su fertilidad naturalmente, de acuerdo con el ciclo ordenado de la vida vegetal y animal.
El tercero es NO DESHERBAJE MEDIANTE CULTIVO O HERBICIDAS. Las malas hierbas, o mejor dicho, adventicias, juegan su papel en construir la fertilidad del suelo y en equilibrar la comunidad biológica. Como principio fundamental, las adventicias deben ser controladas, no eliminadas. Acolchado con paja, cobertura del suelo con trébol blanco asociado a los cultivos e inundación temporal proveen un control efectivo de las malas hierbas en mis campos.
El cuarto es NO DEPENDENCIA DE LOS PRODUCTOS QUÍMICOS. A partir del momento en que las plantas se desarrollan débiles como resultado de estas prácticas innaturales como el laboreo y el abonado, las enfermedades y las plagas se convierten en un gran problema en agricultura La naturaleza, dejada sola, está en perfecto equilibrio. Los insectos dañinos y las enfermedades de las plantas están siempre presentes pero no proliferan en la naturaleza en el grado de necesitar el uso de venenos químicos. La aproximación sensata al control de plagas y enfermedades consiste en cultivar plantas vigorosas en un ambiente equilibrado.
Todos mis pasos a tientas han seguido estas líneas de pensamiento. Este es el núcleo de mi método de cultivo de hortalizas cereales o cítricos.
Extracto de La revolución de una brizna de paja, de Masanobu Fukuoka

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