Con este malestar tu estómago se queja y te comunica que estás comiendo más de lo que eres capaz de digerir, que la calidad es mala, que hay escasez de alimento crudo, que mezclas demasiado... Tu cuerpo te esta pidiendo que reflexiones, que aprendas de tus equivocaciones, que dejes de ser un analfabeto alimenticio.
Chupar un limón o tomar su jugo, rebajado con agua (que a pesar de su sabor ácido se transforma en el estómago en antiácido) puede ser una solución momentanea. También funciona el masticar y chupar un tallo de apio o tomar su jugo. Pero la solución definitiva es adaptar lo que comes a lo que eres capaz de digerir, comiendo menos, y añadiendo más alimento crudo (fruta o mejor verduras tiernas) a las comidas.
Dr. Eneko Landaburu
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