Une la cabeza con la pelvis formando un doble arco que simula un eje.
Está formada por 33 vértebras, a las
que hay que sumar 550 músculos, 400 ligamentos y tendones que nos
proporcionan estabilidad.
Además la columna protege la delicada médula espinal, donde reside la alegría de la vida. La estabilidad y la sujeción son dos dones que la columna vertebral regala a nuestro cuerpo. Es por ello que situaciones de inestabilidad y caída del ánimo, provocan de manera directa que la columna se queje en formato de dolor.
La movilidad de la misma se debe a
los discos intervertebrales que conviven formando una estructura polar
con las duras vértebras. Cada disco posee un núcleo gelatinoso que se
adapta a los movimientos. Las posibles roturas de esta fortaleza pueden
favorecer la tan temida hernia discal. La columna es el eje central de nuestro tronco, de manera que cuando demasiado polarizamos hacia un aspecto de la realidad, por ejemplo hacia el lado femenino negando el masculino o al revés, este eje se tuerce.(Se te ladea el chasis)
El médico hablará de escoliosis, no
de que nos hemos desviado del centro. Ir serpenteando por la vida,
evitando los obstáculos y la rectitud de cualquier camino, también
provoca este problema de salud.
Los sentimientos afectan a la tensión muscular. Tanto el miedo como la tristeza, por ejemplo, se manifiestan a menudo a través del dolor de espalda o de un lumbago agudo.
El estrés duradero o una gran presión hacen aumentar esta tensión.
Los conflictos de desvalorización o autodesvalorización provocan descalcificación en la columna, llegando a causar verdaderos problemas de salud si el conflicto perdura.
Por otro lado, el miedo a los demás
puede replegar la columna por acción de la memoria fetal, como un
intento inconsciente de volver al vientre materno, un paraíso exento de
amenazas.
Los osteópatas tienen como función
armonizar la estructura ósea, ellos defienden la idea de que toda
dolencia tiene su correspondencia ósea. El desbloqueo en bastantes
ocasiones está originado por un nudo emocional, el 60% de los dolores de espalda tiene trasfondo emocional. Cada tipo de emoción tensa una parte del cuerpo, lo que repercute en órganos y en huesos. Hay personas que, tras manipularlas y desbloquearles vértebras, dicen que les parece que ven mejor, que oyen mejor, que digieren mejor… ¡Es natural! Se han abierto espacios articulares, de modo que luego las señales nerviosas fluyen mucho mejor.
Al parecer la faringitis está
conectada con un bloqueo en las vértebras cervicales, desde estas
vértebras se inerva el área de la garganta. Cuando se relaja y tonifica
esa área, la infección retrocede.
“Motus vita est”: el movimiento es la vida. ¡Muévase! Sobre
la importancia del movimiento, los especialistas saben que si guardamos
cama durante catorce días, el diámetro de los músculos asociados a la
columna vertebral se reducen en aproximadamente un centímetro. Para
recuperar el tono necesitaremos varios meses de rehabilitación.
Hay un estudio que señala que los
escolares se mueven muy poco: los llevan en coche, se pasan muchas horas
sentados frente al ordenador o la televisión y practican poco deporte.
Esa vida sedentaria afecta a los músculos y al esqueleto, además de
provocar problemas de sobrepeso y otros asociados. El mejor remedio contra este problema es el movimiento. Hay que moverse todos los días, y cuanto más mejor.
Es bueno recordar que en el deporte debemos elegir aquel qué nos divierta… Nadar es
el deporte ideal para los músculos de la espalda. Como el agua sostiene
el cuerpo, la columna no debe soportar ningún peso. Los estilos de
espalda y crol son los mejores.
Alejandro Jodorowsky dice que “la felicidad está en los huesos”. Tras recibir de Michelle Bachelet la Orden al Mérito Artístico y Cultural “Pablo Neruda” lo agradeció con un poema: “Puerta
abierta al norte, puerta abierta al sur, puerta abierta al este y
puerta abierta al oeste, que venga el viento y se lleve lo superfluo,
que me deje convertido en una pura columna vertebral donde cada hueso
cante como un pájaro agradecido”.
Es importante cuidar la columna vertebral y si en alguna ocasión enferma, debemos oír su mensaje con atención para saber qué pilar de nuestra vida falla, qué polo estoy negando,
por qué cae mi ánimo, por qué reduzco mi movilidad, qué cargo, a qué le
tengo miedo, por qué me alejo de la alegría. Los problemas de columna
sólo vienen a sanarnos de raíz.
Para terminar, algo de sentido común…(el sentido que menos usamos en nuestra vida): David Ponce, osteópata, defiende que la salud sale de la siguiente suma:Alimentación idónea+ ejercicio físico tonificante + descanso reparador + estabilidad emocional.
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