jueves, 18 de abril de 2013

Introducción al Orden Sincrónico

Introducción al Orden Sincrónico


Apéndice del Libro de la Trascendencia, Crónicas de la Histórica Cósmica Volumen  VI

La sincronicidad es el funcionamiento de un gran movimiento de la plantilla de orden matemático que coordina todos los fenómenos telepáticamente. El orden sincrónico es el orden de realidad de cuarta dimensión; el dominio de la sincronización universal. El orden sincrónico y la Ley del Tiempo gobiernan toda manifestación del plano físico tridimensional. Su frecuencia, 13:20, codifica de diversas maneras los patrones del tiempo de cuarta dimensión.
La frecuencia 13:20 está constituida por series de ciclos recurrentes; el ciclo menor es el patrón de la armónica de cuatro días. En este patrón, los 20 sellos solares están codificados por cuatro colores (rojo, blanco, azul, amarillo), creando cinco conjuntos. Uno de estos conjuntos se llama armónica, el ciclo de cuatro días que establece el primer patrón de significado: Rojo inicia, Blanco refina, Azul transforma y Amarillo madura. El siguiente patrón es la cromática (5 unidades para ciclos de cinco días), comenzando y finalizando con el mismo color.
Los ciclos básicos del orden sincrónico
son:
Ciclos de 4 días
Ciclos de 5 días
Ciclos de 7 días
Ciclos de 13 días
Ciclos de 20 días
Ciclos de 28 días
Dentro de los ciclos de 28 días, hay cuatro series de subciclos de siete días. En el patrón de siete días todo está modelado, organizado y armonizado. Los siete días están codificados por los siete plasmas radiales, los plasmas psico-telepáticos que gobiernan y organizan la secuencia de los ciclos de siete días.
También estamos siguiendo un ciclo de 260 días o giro galáctico; hay 73 ciclos de 260 días cada 52 años. Hay 73 cromáticas de cinco días cada 52 semanas. Hay cinco castillos de 52 días en cada giro de 260 días. Al contemplar estos ciclos, sentimos un rico complejo de interacciones y superposiciones, o patrones armónicos:
4 días Armónica/células de tiempo,
5 días Cromática,
7 días Semana (Heptada),
13 días Onda encantada (tonos 1-13),
20 días Vinal (cinco armónicas/células de tiempo),
28 días Luna,
52 días Castillo,
260 Giro galáctico (cinco castillos),
364 + 1 Día Fuera del Tiempo = 13 Lunas.

CROMÁTICAS

Cada conjunto cromático tiene cuatro
cromáticas. Esencialmente, hay tres tipos:
1.  Cromática de Clanes,
2.  Cromática Entonada
3.  Cromática de Sabiduría.
 
Estamos tratando con patrones fractales y construcciones simbólicamente codificadas, incluidos los patrones en movimiento de los símbolos: 20 sellos solares, 7 plasmas radiales, 24 runas Futhark, etc.
El orden sincrónico es la elaboración inmediata de los patrones numéricos primarios proyectados desde la mente al tiempo. No hay una mente vacía sino una mente con cualidades primarias auto-derivadas del sonido, la luz y el fuego; por lo que hay una mente que discrimina lógicamente y crea una dimensión de número puro. 
La Ley del Tiempo se compone de construcciones simbólicas primarias, siendo la primera los 13 tonos galácticos. Cada tono o símbolo tiene una cualidad única que define una onda encantada de tiempo. Los 20 íconos o símbolos solares describen el movimiento del espacio en el tiempo. La onda encantada de 13 tonos coordina las 20 unidades del movimiento del espacio en el tiempo para crear un patrón de 260 construcciones simbólicas diferentes, conocidas como firmas galácticas. 
Cada una de estas firmas galácticas corresponde a uno de los 13 tonos galácticos o números y, también a uno de los 20 sellos solares y a uno de los cuatro colores. Estas permutaciones crean 260 posibilidades. Éste es el conjunto simbólico principal del orden sincrónico. Con sus afirmaciones, las 260 firmas galácticas constituyen el Libro del Kin.  Cada uno de los 20 “sellos solares” tiene su propio patrón de quinta fuerza, llamado oráculo de la quinta fuerza. Estos oráculos se combinan entre sí para crear un patrón mayor; que es el tablero del oráculo de la quinta fuerza que muestra la coordinación del movimiento del espacio en el tiempo. Esto crea un patrón de quinta fuerza que se repite fractalmente con sus propias construcciones numerológicas. Estos patrones se mueven en el tiempo de acuerdo a los cambios del patrón de color.  Todo es una armonía de patrones que se repiten fractalmente, proyectados desde una mente superior de cuarta dimensión. Esta mente superior recibe su sello desde el centro de la quinta dimensión, que proyecta un programa específico dentro del espacio de cuarta dimensión de la mente en evolución de cualquier punto concreto en el espacio que pueda necesitar y ser receptivo al programa. La mente de quinta dimensión que proyecta es el “programa Sirio B”. La mente de cuarta dimensión, en este caso, es la noosfera de la Tierra.
Los 20 sellos, con sus respectivos patrones de quinta fuerza, están organizados por la onda encantada en el tiempo, para crear un patrón fractalmente repetitivo de 20 ondas encantadas (13 x 20 = 260). Estas 20 ondas encantadas están contenidas en el interior de cinco castillos. Hay cuatro ondas encantadas por castillo, con diferentes colores, direcciones y funciones: castillo rojo (Este), castillo blanco (Norte), castillo azul (Oeste), castillo amarillo (Sur) y castillo verde (Matriz Central). Hay cinco armónicas de tiempo con 20 sellos y cinco castillos de tiempo con 20 ondas encantadas. Esto define los patrones básicos del orden sincrónico, pero también es necesario tener en cuenta que, al ubicarlos dentro del tablero, crean genuinamente construcciones simbólicas en movimiento en el tiempo. El tablero del oráculo de la quinta fuerza, así como el tablero del viaje, también pueden ser doblados, adquiriendo la forma de un cubo.
Hay una secuencia de 260 patrones codificados que interactúan con una secuencia de 365 (364 + 1) días codificados. El código de 364 + 1 días se reduce a un simple patrón de trece series en repetición de cuatro semanas de siete días. Cada semana se basa en uno de los patrones de cuatro colores. La primera semana es roja, la segunda es blanca, la tercera es azul y la cuarta es amarilla. Cada uno de los siete días está también codificado por uno de los siete plasmas radiales. Cada uno de los siete plasmas radiales tiene su patrón, color y  sentido, que forman los siete días de la semana en una heptada para recapitular el cubo primigenio de la creación.
Incluso el patrón de la órbita, que pensamos como el ciclo de 365 días, es una construcción de 13 subciclos, lunas, codificadas por los 4 colores y los siete plasmas radiales. Estas 13 subestructuras, basadas en la multiplicación de cuatro y siete, están coordinadas por el patrón de la onda encantada. Todas las frecuencias son resonantes entre sí y encajan dentro del código y patrón de la onda encantada anual, que también es una construcción simbólica. Así como hay trece lunas de 28 días, también hay 28 ondas encantadas de trece días.
También hay ciclos de armónicas de cuatro años que consisten en series de años rojo, blanco, azul y amarillo.
Si coordinamos el patrón de 13 lunas/28 días, más el día 365º (Día Fuera del Tiempo) con el patrón de 260 días, llegamos a un ciclo de 18.980 días, o 52 años, o 73 ciclos del patrón de 260 días. Todos los ciclos mencionados son coordinados por otra simbólica construcción, conocida como brújula galáctica. Es importante tener en cuenta que el ciclo solar galáctico de 52 años corresponde a la órbita de Sirio B alrededor de Sirio A.
como patrones de 52 años; cada ciclo de 52 años es en sí mismo un componente de toda una serie de patrones diferentes. Por ejemplo, hay ciclos de 260 años, de cinco ciclos de 52 años cada uno, una cromática de tiempo solar galáctico; hay también 260 ciclos de 52 años y así podemos seguir…52 años y así podemos seguir…

CÓMO FUNCIONAN LOS CÓDIGOS SINCRÓNICOS

La construcción simbólica de coordenadas es proyectada dentro la capa de la cuarta dimensión de consciencia desde el centro de control de “Sirio B”, la proyección de la proporción 52:73.
Esta proporción se proyecta hacia abajo de tal modo que la totalidad del campo noosférico de cuarta dimensión es animado por las distintas combinaciones y patrones creados por esta relación. Una vez hayamos sintonizado nuestra consciencia a la frecuencia 13:20, a continuación estas estructuras de patrones se vuelven obvias.
Los patrones de frecuencia de tiempo básicos están codificados por lo que llamamos el Encantamiento del Sueño, la frecuencia de 13 lunas de 28 días. Esto, como hemos dicho, está codificado en la frecuencia de la matriz de 260 días con sus 65 juegos de cuatro unidades radiales (o cuartetos ocultos), donde los tonos de cada conjunto suman 28. Todos los ciclos se incorporan a esta matriz con su modelo de 52 portales de activación galáctica. El Encantamiento del Sueño es la estructura simbólica más importante.
El Telektonon es la siguiente estructura simbólica de este sistema en despliegue y en constante evolución.
El Telektonon muestra la coordinación del ciclo de 28 días dentro del marco del constructo de cuarta dimensión del sistema solar. Desde esta dimensión, lo que tiene mayor significación son las órbitas planetarias, más que los cuerpos planetarios. Un planeta es visto como un “núcleo atómico” (o electrón) que mantiene una frecuencia particular en su lugar; el patrón de frecuencia es la órbita. Las órbitas planetarias son las constantes de frecuencia de resonancia de la heliosfera.
El Telektonon se basa en mostrar dónde se produce la pauta de 28 días, que está en el circuito que conecta las órbitas tercera y octava. El Telektonon, también muestra la estructura de los 20 sellos solares, repartidos en una secuencia de 10 cada uno que se corresponde a 10 órbitas planetarias de la secuencia galáctico/kármica (GK), que va del exterior (galaxia) al interior (sol); y las diez órbitas de la frecuencia solar/profética (SP), secuencia que va del sol hacia fuera, a la galaxia.



El ciclo de 28 días corresponde a la secuencia de la Tierra conectada a la secuencia de Urano.
Esto forma un circuito. El poder de quinta fuerza del Telektonon se ve como los cinco circuitos que conectan las órbitas planetarias. El primer circuito conecta Mercurio y Plutón, como el más lejano (36 unidades). El segundo circuito conecta Venus y Neptuno (32 unidades) y el tercer circuito conecta la Tierra y Urano. El tercer circuito tiene 28 unidades, que se traducen como el ciclo de la órbita lunar de 28 días. De esta manera, también podemos seguir la pista del ciclo de 28 días como un circuito planetario.  Este es un patrón único y distintivo.
No sólo estamos siguiendo el patrón de cuatro semanas en un esquema coordinado por la onda encantada, sino también un patrón que coordina las frecuencias orbitales del tercer planeta, la Tierra, y el octavo planeta, Urano. Este es el tercer circuito. El cuarto circuito conecta Marte y Saturno (24 unidades); y el quinto, el circuito (más) interior, conecta el Cinturón de Asteroides/Maldek con Júpiter (20 unidades).  Si utilizamos el tablero del Telektonon como un instrumento de estudio, vemos que es una matriz o una plantilla que muestra los componentes o cualidades de la consciencia como función de las órbitas planetarias. A cada planeta se le conceden dos de los 20 símbolos o sellos solares. Por ejemplo, Mercurio tiene el símbolo de la Luna (GK) y el Perro (SP). La Tierra está representada por el símbolo de la Mano (GK) y el Humano (SP), que son perfectos para ella porque en la Tierra residen la Mano y el Humano. Los símbolos para Urano son el Viento (GK), que representa el espíritu, y la Tierra (SP) con el poder de la navegación, porque Urano es la otra Tierra navegando nuestra Tierra.  El tablero del Telektonon, como una construcción simbólica, es un mapa de cuarta dimensión del sistema solar con una secuencia de cinco circuitos que coordinan 140 puntos nodales de consciencia. El número de unidades de estos cinco circuitos es 140 (5 x 28 o 7 x 20).
Este número 140 es la frecuencia “Telektonon” y define al Telektonon como una unidad cósmica de medida. La plantilla del Telektonon indica también que hay dos campos básicos de consciencia: el telepático (cinco órbitas planetarias exteriores) y el instintivo (cinco órbitas planetarias interiores o campos de consciencia). También muestra que hay seis alineaciones diferentes instintivas y telepáticas, que van del preconsciente al consciente subliminal. Es una herramienta fundamental para el seguimiento del orden sincrónico.  El tablero del Telektonon también se compone de muchas matrices internas, siendo la más significativa el Cubo de la Ley, introducido por primera vez en las estructura cósmica del cubo de color del Encantamiento del Sueño.

EL CUBO

La estructura del cubo es esencial para la simbología sincrónica. En el Telektonon, esta estructura representa 16 unidades en medio del tercer circuito de 28 unidades y los dos flujos planetarios. Estas 4 x 4 = 16 unidades establecen la construcción del plano de la mente, que es una perfecta matriz cubo. La línea horizontal que atraviesa el centro define el plano del espíritu y la línea vertical que pasa por el centro del cubo define el plano de la voluntad. Estos tres planos definen los tres planos internos del cubo: el plano de la mente o plano bi-dimensional (partes superior e inferior); perpendicular a éste, el plano de la voluntad (lados derecho e izquierdo); y el plano del espíritu (lados frontal y posterior).

Es esta estructura del cubo, así como la estructura de 28 días, la que crea la posibilidad de otros numerosos patrones de coordinación dentro de la estructura sincrónica del Telektonon.
Una de estas posibilidades es el programa de 16 años del Cubo de la Ley de las 20 Tablas de la Ley del Tiempo, dentro de la estructura sincrónica del Telektonon. Los 16 años del Cubo de la Ley están basados en las 16 unidades que se producen a partir del día 7 de cada luna, a través de los tres planos, hasta el día 22.  Esta es una simbología elaborada y evolucionada que incorpora cada secuencia en permutación de los 64 codones o hexagramas del I Ching.  Cada uno de estos hexagramas pasa por un proceso de permutación de 13 semanas.  64 x 13 = 832. Éste es el mismo número de semanas que un ciclo de 16 años. 16 x 52 es 64 x 13. Ésta es una de las aplicaciones especiales del Telektonon. Cada línea y codón en el I Ching se contabiliza en una secuencia de permutación en un ciclo de 832 semanas de duración, que comenzó el 26 de Julio 1.997 y concluye el 25 de julio 2.013. Para cada una de las 832 semanas, los primeros seis días son para colocar las seis líneas en los seis lados del cubo y, el séptimo día es para cubicar el codón.
El cubo adquiere una relevancia creciente en el orden sincrónico, como una de las construcciones de coordinación principales. En la realidad de dimensiones superiores,el cubo representa la integración completa del tiempo-espacio. Desde el punto de vista de la cuarta y la quinta dimensión, el tiempo-espacio es un cubo.  A menudo imaginamos al universo como patrones de esferas en movimiento en el espacio, creando la mega-esfera como la máxima forma geométrica definida del orden sincrónico. La esfera representa la perfección de la consciencia y la mente; no hay esquinas. Se trata de una perfección absoluta, todo se ha igualado. Por esto, en las prácticas de meditación de Padmasambhava Dzogchen se habla de la esfera última. La esfera última es la consciencia primordial, inmaculada, donde no hay diferenciación. En este sentido, podemos decir que la esfera es el absoluto de lo absoluto.  El cubo, por el contrario, representa la suma de potencialidades del tiempo-espacio, entendido como siendo perceptible y sensible a los diferentes órganos de los sentidos.  El cubo también representa la evolución de todas las posibles construcciones de la mente de la tercera dimensión en adelante.
Todas las construcciones permutacionales de número y matrices de números enteros están resumidas y/o adaptadas por el cubo. La esfera, en cierto sentido, es el reino más allá del número. En la medida en que estamos tratando con la evolución de las construcciones, el cubo es el símbolo perfecto. El cubo tiene un punto central invisible y cada lado está a la misma distancia del centro: parte superior e inferior son equidistantes de la parte delantera y trasera, así como de la izquierda y derecha.  Las dimensiones del cubo están en absoluta igualdad. Todas las proporciones son iguales entre sí. En el cubo hay ocho puntos o vértices, 8 ángulos y seis lados. Desde el punto de vista de la Ley del Tiempo, el 7 está representado por el punto central. Así, el séptimo día de la semana se llama el día del cubo. Cada semana, el codón de seis líneas es cubicado (es decir, es coordinado en una secuencia con seis lados), como también son cubidados los diferentes plasmas radiales.

LA LEY DEL TIEMPO COMO ESTRUCTURA SIMBÓLICA

Todas las matemáticas armónicas están coordinadas por la Ley del Tiempo. Como se ha mencionado anteriormente, un factor clave en el ciclo de 28 días son los hexagramas o codones del I Ching (/) ADN. Estos 64 codones están coordinados por las permutaciones de las 16 etapas del Cubo de la Ley, localizado en el centro de la plantilla interplanetaria del Telektonon. Los 64 hexagramas se coordinan con las 64 runas UR y se organizan en 16 grupos de cuatro, dentro de las 16 posiciones del cubo.  Las 24 runas del antiguo Futhark también se sitúan en el ciclo de 28 días, donde de nuevo tenemos una secuencia de 24 runas, 6 runas para seis días y, en el séptimo día, cubicamos la secuencia de la runa o placa psi. Estas runas también corresponden a las diferentes placas del banco psi. De esta manera, coordinamos diferentes estructuras simbólicas cada día y, también creamos una construcción de la noosfera planetaria, incluida la del banco psi.
Como la capa pensante del planeta, la noosfera contiene dentro de sí la memoria del futuro universal. El banco psi contiene todos los programas evolutivos y preserva cada movimiento, cada pensamiento y hasta el más pequeño matiz y sentimiento que ha ondeado a lo largo de las olas de naturaleza indiferenciada, del humano y del universo.  Todo se graba y nada se pierde.
Estas prácticas que han evolucionado, especialmente desde el Telektonon, integran la consciencia en el tiempo con la bio-psicología, como en el ejemplo de los codones con el banco psi, para crear el amanecer de la noosfera.  También tenemos las prácticas del 7:7::7:7, donde los patrones de la secuencia diaria de 28 días coinciden con el patrón de las cuatro semanas y los siete plasmas radiales. Al igual que con el Cubo de la Ley de 16 años, el 7:7::7:7 incluye construcciones de tiempo fractal que crean diferentes heptágonos de la mente, que en realidad son construcciones de tiempo. Éstos se cubican en el interior de la Tierra.  Todo esto es simplemente para ilustrar que la Ley del Tiempo es un sistema de correspondencias simbólicas en constante evolución que, cuando se practica, reordena la mente telepáticamente. Si se practica diariamente, los códigos sincrónicos sitúan los componentes de la consciencia en diferentes construcciones geométricas fractales del tiempo. En última instancia, cuando la consciencia planetaria está plenamente en la noosfera, estos códigos reordenan también la realidad.  Por ejemplo, en las prácticas del 7:7::7:7, estas construcciones del tiempo son colocadas en la Tierra cada semana por la práctica diaria de la creación de un átomo de tiempo de siete partes. Hay cuatro átomos de tiempo, que crean la molécula del tiempo maestra de 28 unidades que coordina el octaedro en el centro de la Tierra. Se trata de adaptaciones muy interesantes de construcciones simbólicas, utilizándolas para co-evolucionar con consciencia y con varios factores que organizan la Tierra como un sistema entero.  También podemos colocar los 22 Arcanos Mayores del Tarot en el Telektonon, abarcando el ciclo de 22 días a partir del día 7, el primer día de viaje del cubo, hasta el día 28.
La cosmología de los 28 días del gran Sufí Ibn al-Arabí también encaja perfectamente en el Telektonon. De este modo, se subraya que el orden sincrónico existe como un patrón simbólico codificado para la organización del conocimiento, como un programa en el tiempo.
Cuando entendemos que estamos trabajando con una matriz armónica, entonces podemos empezar a asumir otros constructos simbólicos e insertarlos dentro del movimiento del orden sincrónico en marcha: las secuencias de tiempo (los cuatros días, los siete días, los trece días, los veinte días, los 28 días, los 52 días, las cuatro estaciones, etc.) Todos los sistemas están contenidos dentro de estos ciclos.  Por ejemplo, la práctica del Misterio de la Piedra trabaja con construcciones simbólicas basadas en los oráculos de la quinta fuerza que integran los nueve Grandes Señores del Tiempo dentro de la noosfera y dentro de las órbitas planetarias del sistema solar. Éstas son construcciones simbólicas de tiempo en movimiento. Al participar en el orden sincrónico y los códigos, en realidad estamos participando en un orden creativo que desciende desde la cuarta a la tercera dimensión. Aprovechando la oportunidad de enlazar las construcciones simbólicas del orden sincrónico, poco a poco estamos reorganizando nuestra consciencia y percepción y, por lo tanto, nuestra realidad tridimensional. Ésta es la base de nuestro devenir participativo en la Segunda Creación.  Comenzar a participar en el calendario de las Trece Lunas, el Encantamiento del Sueño y los códigos del Telektonon ya es un paso evolutivo.

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