Introducción al Orden Sincrónico
Apéndice del Libro de la
Trascendencia, Crónicas de la Histórica Cósmica
Volumen VI
La sincronicidad es el funcionamiento de un gran movimiento de la plantilla de orden matemático que coordina todos los fenómenos telepáticamente. El orden sincrónico es el orden de realidad de cuarta dimensión; el dominio de la sincronización universal. El orden sincrónico y la Ley del Tiempo gobiernan toda manifestación del plano físico tridimensional. Su frecuencia, 13:20, codifica de diversas maneras los patrones del tiempo de cuarta dimensión.
La sincronicidad es el funcionamiento de un gran movimiento de la plantilla de orden matemático que coordina todos los fenómenos telepáticamente. El orden sincrónico es el orden de realidad de cuarta dimensión; el dominio de la sincronización universal. El orden sincrónico y la Ley del Tiempo gobiernan toda manifestación del plano físico tridimensional. Su frecuencia, 13:20, codifica de diversas maneras los patrones del tiempo de cuarta dimensión.
La frecuencia 13:20
está constituida por series de ciclos
recurrentes; el ciclo menor es el patrón de la
armónica de cuatro días. En este patrón, los 20
sellos solares están codificados por cuatro
colores (rojo, blanco, azul, amarillo), creando
cinco conjuntos. Uno de estos conjuntos se llama
armónica, el ciclo de cuatro días que establece
el primer patrón de significado: Rojo inicia,
Blanco refina, Azul transforma y Amarillo
madura. El siguiente patrón es la cromática (5
unidades para ciclos de cinco días), comenzando
y finalizando con el mismo color.
Los ciclos básicos
del orden sincrónico
son:
Ciclos de 4 días
Ciclos de 5 días
Ciclos de 7 días
Ciclos de 13 días
Ciclos de 20 días
Ciclos de 28 días
Dentro de los ciclos
de 28 días, hay cuatro series de subciclos de
siete días. En el patrón de siete días todo está
modelado, organizado y armonizado. Los siete
días están codificados por los siete plasmas
radiales, los plasmas psico-telepáticos que
gobiernan y organizan la secuencia de los ciclos
de siete días.
También estamos
siguiendo un ciclo de 260 días o giro galáctico;
hay 73 ciclos de 260 días cada 52 años. Hay 73
cromáticas de cinco días cada 52 semanas. Hay
cinco castillos de 52 días en cada giro de 260
días. Al contemplar estos ciclos, sentimos un
rico complejo de interacciones y
superposiciones, o patrones armónicos:
4 días
Armónica/células de tiempo,
5 días Cromática,
7 días Semana (Heptada),
13 días Onda
encantada (tonos 1-13),
20 días Vinal (cinco
armónicas/células de tiempo),
28 días Luna,
52 días Castillo,
260 Giro galáctico
(cinco castillos),
364 + 1 Día Fuera
del Tiempo = 13 Lunas.
CROMÁTICAS
Cada conjunto
cromático tiene cuatro
cromáticas.
Esencialmente, hay tres tipos:
1. Cromática de
Clanes,
2. Cromática
Entonada
3. Cromática de
Sabiduría.
Estamos tratando con
patrones fractales y construcciones
simbólicamente codificadas, incluidos los
patrones en movimiento de los símbolos: 20
sellos solares, 7 plasmas radiales, 24 runas
Futhark, etc.
El orden sincrónico
es la elaboración inmediata de los patrones
numéricos primarios proyectados desde la mente
al tiempo. No hay una mente vacía sino una mente
con cualidades primarias auto-derivadas del
sonido, la luz y el fuego; por lo que hay una
mente que discrimina lógicamente y crea una
dimensión de número puro.
La Ley del Tiempo se
compone de construcciones simbólicas primarias,
siendo la primera los 13 tonos galácticos. Cada
tono o símbolo tiene una cualidad única que
define una onda encantada de tiempo. Los 20
íconos o símbolos solares describen el
movimiento del espacio en el tiempo. La onda
encantada de 13 tonos coordina las 20 unidades
del movimiento del espacio en el tiempo para
crear un patrón de 260 construcciones simbólicas
diferentes, conocidas como firmas galácticas.
Cada una de estas
firmas galácticas corresponde a uno de los 13
tonos galácticos o números y, también a uno de
los 20 sellos solares y a uno de los cuatro
colores. Estas permutaciones crean 260
posibilidades. Éste es el conjunto simbólico
principal del orden sincrónico. Con sus
afirmaciones, las 260 firmas galácticas
constituyen el Libro del Kin. Cada uno de los
20 “sellos solares” tiene su propio patrón de
quinta fuerza, llamado oráculo de la quinta
fuerza. Estos oráculos se combinan entre sí para
crear un patrón mayor; que es el tablero del
oráculo de la quinta fuerza que muestra la
coordinación del movimiento del espacio en el
tiempo. Esto crea un patrón de quinta fuerza que
se repite fractalmente con sus propias
construcciones numerológicas. Estos patrones se
mueven en el tiempo de acuerdo a los cambios del
patrón de color. Todo es una armonía de
patrones que se repiten fractalmente,
proyectados desde una mente superior de cuarta
dimensión. Esta mente superior recibe su sello
desde el centro de la quinta dimensión, que
proyecta un programa específico dentro del
espacio de cuarta dimensión de la mente en
evolución de cualquier punto concreto en el
espacio que pueda necesitar y ser receptivo al
programa. La mente de quinta dimensión que
proyecta es el “programa Sirio B”. La mente de
cuarta dimensión, en este caso, es la noosfera
de la Tierra.
Los 20 sellos, con
sus respectivos patrones de quinta fuerza, están
organizados por la onda encantada en el tiempo,
para crear un patrón fractalmente repetitivo de
20 ondas encantadas (13 x 20 = 260). Estas 20
ondas encantadas están contenidas en el interior
de cinco castillos. Hay cuatro ondas encantadas
por castillo, con diferentes colores,
direcciones y funciones: castillo rojo (Este),
castillo blanco (Norte), castillo azul (Oeste),
castillo amarillo (Sur) y castillo verde (Matriz
Central). Hay cinco armónicas de tiempo con 20
sellos y cinco castillos de tiempo con 20 ondas
encantadas. Esto define los patrones básicos del
orden sincrónico, pero también es necesario
tener en cuenta que, al ubicarlos dentro del
tablero, crean genuinamente construcciones
simbólicas en movimiento en el tiempo. El
tablero del oráculo de la quinta fuerza, así
como el tablero del viaje, también pueden ser
doblados, adquiriendo la forma de un cubo.
Hay una secuencia de
260 patrones codificados que interactúan con una
secuencia de 365 (364 + 1) días codificados. El
código de 364 + 1 días se reduce a un simple
patrón de trece series en repetición de cuatro
semanas de siete
días. Cada semana se basa en uno de los patrones
de cuatro colores. La primera semana es roja, la
segunda es blanca, la tercera es azul y la
cuarta es amarilla. Cada uno de los siete días
está también codificado por uno de los siete
plasmas radiales. Cada uno de los siete plasmas
radiales tiene su patrón, color y sentido,
que forman los siete días de la semana en una
heptada para recapitular el cubo primigenio de
la creación.
Incluso el patrón de
la órbita, que pensamos como el ciclo de 365
días, es una construcción de 13 subciclos,
lunas, codificadas por los 4 colores y los siete
plasmas radiales. Estas 13 subestructuras,
basadas en la multiplicación de cuatro y siete,
están coordinadas por el patrón de la onda
encantada. Todas las frecuencias son resonantes
entre sí y encajan dentro del código y patrón de
la onda encantada anual, que también es una
construcción simbólica. Así como hay trece lunas
de 28 días, también hay 28 ondas encantadas de
trece días.
También hay ciclos
de armónicas de cuatro años que consisten en
series de años rojo, blanco, azul y amarillo.
Si coordinamos el
patrón de 13 lunas/28 días, más el día 365º (Día
Fuera del Tiempo) con el patrón de 260 días,
llegamos a un ciclo de 18.980 días, o 52 años, o
73 ciclos del patrón de 260 días. Todos los
ciclos mencionados son coordinados por otra
simbólica construcción, conocida como brújula
galáctica. Es importante tener en cuenta que el
ciclo solar galáctico de 52 años corresponde a
la órbita de Sirio B alrededor de Sirio A.
como patrones de 52
años; cada ciclo de 52 años es en sí mismo un
componente de toda una serie de patrones
diferentes. Por ejemplo, hay ciclos de 260 años,
de cinco ciclos de 52 años cada uno, una
cromática de tiempo solar galáctico; hay también
260 ciclos de 52 años y así podemos seguir…52
años y así podemos seguir…
CÓMO FUNCIONAN LOS CÓDIGOS SINCRÓNICOS
La construcción
simbólica de coordenadas es proyectada dentro la
capa de la cuarta dimensión de consciencia desde
el centro de control de “Sirio B”, la proyección
de la proporción 52:73.
Esta proporción se
proyecta hacia abajo de tal modo que la
totalidad del campo noosférico de cuarta
dimensión es animado por las distintas
combinaciones y patrones creados por esta
relación. Una vez hayamos sintonizado nuestra
consciencia a la frecuencia 13:20, a
continuación estas estructuras de patrones se
vuelven obvias.
Los patrones de
frecuencia de tiempo básicos están codificados
por lo que llamamos el Encantamiento del Sueño,
la frecuencia de 13 lunas de 28 días. Esto, como
hemos dicho, está codificado en la frecuencia de
la matriz de 260 días con sus 65 juegos de
cuatro unidades radiales (o cuartetos ocultos),
donde los tonos de cada conjunto suman 28. Todos
los ciclos se incorporan a esta matriz con su
modelo de 52 portales de activación galáctica.
El Encantamiento del Sueño es la estructura
simbólica más importante.
El Telektonon es la
siguiente estructura simbólica de este sistema
en despliegue y en constante evolución.
El Telektonon
muestra la coordinación del ciclo de 28 días
dentro del marco del constructo de cuarta
dimensión del sistema solar. Desde esta
dimensión, lo que tiene mayor significación son
las órbitas planetarias, más que los cuerpos
planetarios. Un planeta es visto como un “núcleo
atómico” (o electrón) que mantiene una
frecuencia particular en su lugar; el patrón de
frecuencia es la órbita. Las órbitas planetarias
son las constantes de frecuencia de resonancia
de la heliosfera.
El Telektonon se
basa en mostrar dónde se produce la pauta de 28
días, que está en el circuito que conecta las
órbitas tercera y octava. El Telektonon, también
muestra la estructura de los 20 sellos solares,
repartidos en una secuencia de 10 cada uno que
se corresponde a 10 órbitas planetarias de la
secuencia galáctico/kármica (GK), que va del
exterior (galaxia) al interior (sol); y las diez
órbitas de la frecuencia solar/profética (SP),
secuencia que va del sol hacia fuera, a la
galaxia.
El ciclo de 28 días
corresponde a la secuencia de la Tierra
conectada a la secuencia de Urano.
Esto forma un
circuito. El poder de quinta fuerza del
Telektonon se ve como los cinco circuitos que
conectan las órbitas planetarias. El primer
circuito conecta Mercurio y Plutón, como el más
lejano (36 unidades). El segundo circuito
conecta Venus y Neptuno (32 unidades) y el
tercer circuito conecta la Tierra y Urano. El
tercer circuito tiene 28 unidades, que se
traducen como el ciclo de la órbita lunar de 28
días. De esta manera, también podemos seguir la
pista del ciclo de 28 días como un circuito
planetario. Este es un patrón único y
distintivo.
No sólo estamos
siguiendo el patrón de cuatro semanas en un
esquema coordinado por la onda encantada, sino
también un patrón que coordina las frecuencias
orbitales del tercer planeta, la Tierra, y el
octavo planeta, Urano. Este es el tercer
circuito. El cuarto circuito conecta Marte y
Saturno (24 unidades); y el quinto, el circuito
(más) interior, conecta el Cinturón de
Asteroides/Maldek con Júpiter (20 unidades). Si
utilizamos el tablero del Telektonon como un
instrumento de estudio, vemos que es una matriz
o una plantilla que muestra los componentes o
cualidades de la consciencia como función de las
órbitas planetarias. A cada planeta se le
conceden dos de los 20 símbolos o sellos
solares. Por ejemplo, Mercurio tiene el símbolo
de la Luna (GK) y el Perro (SP). La Tierra está
representada por el símbolo de la Mano (GK) y el
Humano (SP), que son perfectos para ella porque
en la Tierra residen la Mano y el Humano. Los
símbolos para Urano son el Viento (GK), que
representa el espíritu, y la Tierra (SP) con el
poder de la navegación, porque Urano es la otra
Tierra navegando nuestra Tierra. El tablero del
Telektonon, como una construcción simbólica, es
un mapa de cuarta dimensión del sistema solar
con una secuencia de cinco circuitos que
coordinan 140 puntos nodales de consciencia. El
número de unidades de estos cinco circuitos es
140 (5 x 28 o 7 x 20).
Este número 140 es
la frecuencia “Telektonon” y define al
Telektonon como una unidad cósmica de medida. La
plantilla del Telektonon indica también que hay
dos campos básicos de consciencia: el telepático
(cinco órbitas planetarias exteriores) y el
instintivo (cinco órbitas planetarias interiores
o campos de consciencia). También muestra que
hay seis alineaciones diferentes instintivas y
telepáticas, que van del preconsciente al
consciente subliminal. Es una herramienta
fundamental para el seguimiento del orden
sincrónico. El tablero del Telektonon también
se compone de muchas matrices internas, siendo
la más significativa el Cubo de la Ley,
introducido por primera vez en las estructura
cósmica del cubo de color del Encantamiento del
Sueño.
EL CUBO
La estructura del
cubo es esencial para la simbología sincrónica.
En el Telektonon, esta estructura representa 16
unidades en medio del tercer circuito de 28
unidades y los dos flujos planetarios. Estas 4 x
4 = 16 unidades establecen la construcción del
plano de la mente, que es una perfecta matriz
cubo. La línea horizontal que atraviesa el
centro define el plano del espíritu y la línea
vertical que pasa por el centro del cubo define
el plano de la voluntad. Estos tres planos
definen los tres planos internos del cubo: el
plano de la mente o plano bi-dimensional (partes
superior e inferior); perpendicular a éste, el
plano de la voluntad (lados derecho e
izquierdo); y el plano del espíritu (lados
frontal y posterior).
Es esta estructura del cubo, así como la estructura de 28 días, la que crea la posibilidad de otros numerosos patrones de coordinación dentro de la estructura sincrónica del Telektonon.
Es esta estructura del cubo, así como la estructura de 28 días, la que crea la posibilidad de otros numerosos patrones de coordinación dentro de la estructura sincrónica del Telektonon.
Una de estas
posibilidades es el programa de 16 años del Cubo
de la Ley de las 20 Tablas de la Ley del Tiempo,
dentro de la estructura sincrónica del
Telektonon. Los 16 años del Cubo de la Ley están
basados en las 16 unidades que se producen a
partir del día 7 de cada luna, a través de los
tres planos, hasta el día 22. Esta es una
simbología elaborada y evolucionada que
incorpora cada secuencia en permutación de los
64 codones o hexagramas del I Ching. Cada uno
de estos hexagramas pasa por un proceso de
permutación de 13 semanas. 64 x 13 = 832. Éste
es el mismo número de semanas que un ciclo de 16
años. 16 x 52 es 64 x 13. Ésta es una de las
aplicaciones especiales del Telektonon. Cada
línea y codón en el I Ching se contabiliza en
una secuencia de permutación en un ciclo de 832
semanas de duración, que comenzó el 26 de Julio
1.997 y concluye el 25 de julio 2.013. Para cada
una de las 832 semanas, los primeros seis días
son para colocar las seis líneas en los seis
lados del cubo y, el séptimo día es para cubicar
el codón.
El cubo adquiere una
relevancia creciente en el orden sincrónico,
como una de las construcciones de coordinación
principales. En la realidad de dimensiones
superiores,el cubo representa la integración
completa del tiempo-espacio. Desde el punto de
vista de la cuarta y la quinta dimensión, el
tiempo-espacio es un cubo. A menudo imaginamos
al universo como patrones de esferas en
movimiento en el espacio, creando la mega-esfera
como la máxima forma geométrica definida del
orden sincrónico. La esfera representa la
perfección de la consciencia y la mente; no hay
esquinas. Se trata de una perfección absoluta,
todo se ha igualado. Por esto, en las prácticas
de meditación de Padmasambhava Dzogchen se habla
de la esfera última. La esfera última es la
consciencia primordial, inmaculada, donde no hay
diferenciación. En este sentido, podemos decir
que la esfera es el absoluto de lo absoluto. El
cubo, por el contrario, representa la suma de
potencialidades del tiempo-espacio, entendido
como siendo perceptible y sensible a los
diferentes órganos de los sentidos. El cubo
también representa la evolución de todas las
posibles construcciones de la mente de la
tercera dimensión en adelante.
Todas las
construcciones permutacionales de número y
matrices de números enteros están resumidas y/o
adaptadas por el cubo. La esfera, en cierto
sentido, es el reino más allá del número. En la
medida en que estamos tratando con la evolución
de las construcciones, el cubo es el símbolo
perfecto. El cubo tiene un punto central
invisible y cada lado está a la misma distancia
del centro: parte superior e inferior son
equidistantes de la parte delantera y trasera,
así como de la izquierda y derecha. Las
dimensiones del cubo están en absoluta igualdad.
Todas las proporciones son iguales entre sí. En
el cubo hay ocho puntos o vértices, 8 ángulos y
seis lados. Desde el punto de vista de la Ley
del Tiempo, el 7 está representado por el punto
central. Así, el séptimo día de la semana se
llama el día del cubo. Cada semana, el codón de
seis líneas es cubicado (es decir, es coordinado
en una secuencia con seis lados), como también
son cubidados los diferentes plasmas radiales.
LA LEY DEL TIEMPO COMO ESTRUCTURA SIMBÓLICA
Todas las
matemáticas armónicas están coordinadas por la
Ley del Tiempo. Como se ha mencionado
anteriormente, un factor clave en el ciclo de 28
días son los hexagramas o codones del I Ching
(/) ADN. Estos 64 codones están coordinados por
las permutaciones de las 16 etapas del Cubo de
la Ley, localizado en el centro de la plantilla
interplanetaria del Telektonon. Los 64
hexagramas se coordinan con las 64 runas UR y se
organizan en 16 grupos de cuatro, dentro de las
16 posiciones del cubo. Las 24 runas del
antiguo Futhark también se sitúan en el ciclo de
28 días, donde de nuevo tenemos una secuencia de
24 runas, 6 runas para seis días y, en el
séptimo día, cubicamos la secuencia de la runa o
placa psi. Estas runas también corresponden a
las diferentes placas del banco psi. De esta
manera, coordinamos diferentes estructuras
simbólicas cada día y, también creamos una
construcción de la noosfera planetaria, incluida
la del banco psi.
Como la capa
pensante del planeta, la noosfera contiene
dentro de sí la memoria del futuro universal. El
banco psi contiene todos los programas
evolutivos y preserva cada movimiento, cada
pensamiento y hasta el más pequeño matiz y
sentimiento que ha ondeado a lo largo de las
olas de naturaleza indiferenciada, del humano y
del universo. Todo se graba y nada se pierde.
Estas prácticas que
han evolucionado, especialmente desde el
Telektonon, integran la consciencia en el tiempo
con la bio-psicología, como en el ejemplo de los
codones con el banco psi, para crear el amanecer
de la noosfera. También tenemos las prácticas
del 7:7::7:7, donde los patrones de la secuencia
diaria de 28 días coinciden con el patrón de las
cuatro semanas y los siete plasmas radiales. Al
igual que con el Cubo de la Ley de 16 años, el
7:7::7:7 incluye construcciones de tiempo
fractal que crean diferentes heptágonos de la
mente, que en realidad son construcciones de
tiempo. Éstos se cubican en el interior de la
Tierra. Todo esto es simplemente para ilustrar
que la Ley del Tiempo es un sistema de
correspondencias simbólicas en constante
evolución que, cuando se practica, reordena la
mente telepáticamente. Si se practica
diariamente, los códigos sincrónicos sitúan los
componentes de la consciencia en diferentes
construcciones geométricas fractales del tiempo.
En última instancia, cuando la consciencia
planetaria está plenamente en la noosfera, estos
códigos reordenan también la realidad. Por
ejemplo, en las prácticas del 7:7::7:7, estas
construcciones del tiempo son colocadas en la
Tierra cada semana por la práctica diaria de la
creación de un átomo de tiempo de siete partes.
Hay cuatro átomos de tiempo, que crean la
molécula del tiempo maestra de 28 unidades que
coordina el octaedro en el centro de la Tierra.
Se trata de adaptaciones muy interesantes de
construcciones simbólicas, utilizándolas para
co-evolucionar con consciencia y con varios
factores que organizan la Tierra como un sistema
entero. También podemos colocar los 22 Arcanos
Mayores del Tarot en el Telektonon, abarcando el
ciclo de 22 días a partir del día 7, el primer
día de viaje del cubo, hasta el día 28.
La cosmología de los
28 días del gran Sufí Ibn al-Arabí también
encaja perfectamente en el Telektonon. De este
modo, se subraya que el orden sincrónico existe
como un patrón simbólico codificado para la
organización del conocimiento, como un programa
en el tiempo.
Cuando entendemos
que estamos trabajando con una matriz armónica,
entonces podemos empezar a asumir otros
constructos simbólicos e insertarlos dentro del
movimiento del orden sincrónico en marcha: las
secuencias de tiempo (los cuatros días, los
siete días, los trece días, los veinte días, los
28 días, los 52 días, las cuatro estaciones,
etc.) Todos los sistemas están contenidos dentro
de estos ciclos. Por ejemplo, la práctica del
Misterio de la Piedra trabaja con construcciones
simbólicas basadas en los oráculos de la quinta
fuerza que integran los nueve Grandes Señores
del Tiempo dentro de la noosfera y dentro de las
órbitas planetarias del sistema solar. Éstas son
construcciones simbólicas de tiempo en
movimiento. Al participar en el orden sincrónico
y los códigos, en realidad estamos participando
en un orden creativo que desciende desde la
cuarta a la tercera dimensión. Aprovechando la
oportunidad de enlazar las construcciones
simbólicas del orden sincrónico, poco a poco
estamos reorganizando nuestra consciencia y
percepción y, por lo tanto, nuestra realidad
tridimensional. Ésta es la base de nuestro
devenir participativo en la Segunda Creación.
Comenzar a participar en el calendario de las
Trece Lunas, el Encantamiento del Sueño y los
códigos del Telektonon ya es un paso evolutivo.
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