La obsolescencia programada lleva
entre nosotros casi un siglo, motivo por el cual la mayoría de
consumidores no es consciente de la estafa de las empresas hacía los
usuarios de sus productos. Se ve como algo normal, incluso positivo, el
tener que cambiar un producto pasado un cierto tiempo desde su
adquisición, es como “renovarse”, “estar más al día”, “estar a la
última”… En realidad las empresas programan la vida útil de sus
productos para que su duración sea limitada y tengamos que comprar otra
vez el mismo producto y así mantener un consumo innecesario que
evidentemente sólo beneficia a las empresas y al que nosotros mismos le
hacemos el juego, quien no ha ido a comprar un cartucho de tinta para
una impresora y al final ha comprado una impresora nueva porque sale más
económica que la tinta, o quien no ha oído aquello de “eso sale mejor comprar uno nuevo que arreglarlo”.
Hoy las empresas invierten en hacer que
las cosas duren menos, que se estropeen, esa es la estrategia que ha
hecho que de nuestras ciudades desaparezcan pequeños talleres de
reparaciones de electrodomésticos, modistos, zapateros remendones,
mercerías, etc. lo roto se tira y se adquiere uno nuevo, ésta es la
filosofía que impera, cuando está demostrado que el 40 ó 50% de los
casos, los productos se sustituyen cuando están todavía en buen uso, o
son reparables.
El objetivo de que las empresas apliquen la obsolescencia programada no es otro que el lucro inmediato, sin importarles el respeto al cliente (del que viven), al ser humano y al medio ambiente. Realmente ésto es una estafa a la que hay que poner fin, para acabar con la filosofía mercantilista el usar y tirar y tener acceso a productos fiables, reparables y duraderos. Está claro que los recursos no crecen del mismo modo que los consumimos ¿qué haremos cuando no dispongamos de ellos? y ¿los residuos, que no paran de aumentar, los seguiremos guardando bajo la alfombra ? (entiéndase Africa), ya que nos engañan para aumentar el consumo y los residuos van a los países más pobres, somos sólo pobladores de este mundo y no tenemos derecho de corso para aniquilar y devastar, es necesario cambiar nuestra percepción y mentalidad.
Apple fabricaba los iPods con una
batería no recambiable y que moría a los 18 meses, frigoríficos que se
paran, bombillas con las horas contadas, impresoras que dejan de
imprimir, etc. todo un catálogo de productos de uso cotidiano programado
para su muerte temprana ¿y si alguien se resiste?, porque hay empresas
que no lo aplican, como bombillas que duran toda la vida, o medias para
mujer que no tienen carreras, resulta que sufren unas amenazas
intolerables y a todo ésto los poderes públicos ¿qué hacen al respecto?,
la respuesta es nada o casi nada, sólo el ejecutivo francés ha tomado
alguna iniciativa que comprenden penas de prisión o multas de hasta
37.500 €, lo que seguro da mucha risa a los fabricantes, a mí al menos
me la da. En España la estafa sale gratis.
Al hilo de escribir este post, me viene a la cabeza una pregunta menos mercantilista y más filosófica ¿y los humanos?, ¿acaso estamos programados mediante técnicas de obsolescencia programada? Ahí queda la cosa.
Al hilo de escribir este post, me viene a la cabeza una pregunta menos mercantilista y más filosófica ¿y los humanos?, ¿acaso estamos programados mediante técnicas de obsolescencia programada? Ahí queda la cosa.
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