El Dragón con Tres Cabezas

Mi Sueño Transformador en Cual Tu Estabas Presente

Las nubes son tan espesas que no puedo ver en ninguna dirección.  No sé adonde me encuentro, solo sé desde el fondo de mi estómago que es importante y tengo que estar presente y atento. Con esa realidad sentir una onda de electricidad, como piel de gallina que recorre todo mi cuerpo.
En ese momento siento un intenso calor y la iluminación del fuego atraviesa la niebla, junto a un olor fuerte y salvaje.
No llego a sentir el instinto de luchar o huir. Solo sé que estoy paralizado.
Es justo en ese momento que se materializa un enorme, horroroso, aunque majestuoso, dragón de tres cabezas, directamente en frente de mí.

En el mismo instante siento en mi mano derecha mi espada de vida. Es la espada que siempre está conmigo lista y dispuesta para enfrentar mis temores, cuando tomó la decisión que quiero y debo, para avanzar.
La cabeza izquierda del dragón avanza con gran furia. Sostengo mi espada en frente de mi justo arriba mi nariz, bloqueando mi tercer ojo. En el reflejo de mi espada comienzo a ver una secuencia de fotos. Al pasar una a una comprendo que es mi pasado, son los momentos más fuertes, guardados en mis memorias, aunque me da pena confesar esa realidad.
Son las oportunidades que “debería haber tomado”, que deje pasar, que nunca concrete.  Las oportunidades perdidas.
Vi a Jaqueline. La chica de mi escuela secundaria, que nunca tuve la fuerza para invitarla a salir conmigo, y años después su amigo me conto que ella espero siempre esa invitación.
Aquella vez que mi padre me invito a ir de camping solo con él, y no recuerdo que excusa encontré para hacer algo “más divertido” con mis amigos.
Esa cabeza representó todo en mi vida, ese momento que tenía el poder  de avanzar, y preferí sacrificarlo e ir para atrás, esto pasa cuando te enfrentas a dos caminos y elijes el equivocado.

Comprendiendo lo que representaba y desde la profundidad de mi ser, lance mi espada a la cabeza izquierda y con un fuerte movimiento la destruí. Nunca más voy a despreciar los regalos que la vida me entrega.
Es entonces que la cabeza de la derecha suelta un intenso fuego y puedo oler el olor de mi pelo chamuscado. El miedo se transforma en pánico, al punto que el peso de mi espada se magnifico, y casi se cae al suelo.
Intento ver los ojos de esa tercera cabeza. ¿Porque esta tan enojada conmigo? ¿Qué le hice? Sus ojos eran como espejos, donde podía ver mi imagen. Solo era yo en el futuro, y la visión me entristeció.
Estaba solo y viejo, nadie me conocía, ni sabía del gran viaje de vida. Solo una enfermera que entraba el cuarto para cuidarme. ¿Que hice mal? ¿Cuál fue mi error? ¿Qué decisión me trajo a este horrible destino?

Yo tenía sueños grandes toda mi vida. Quería impactar en muchas vidas. Ser una diferencia en el mundo. Dejar un legado positivo para las generaciones venideras. ¿Qué paso?
De ese punto me vino la iluminación y comprendí todo.
La cabeza derecha es la consecuencia de mi confrontación con la cabeza izquierda. Las oportunidades que no acepte, que no tome en su momento y deje atrás. Cada uno de esos momentos tiene una carga inmensa y una consecuencia.
El destino final es una vida lleno de huecos, espacios que el gran universo me presento y que no vi con claridad. Mis temores escondidos dominaron la situación, y esos momentos se perdieron, sin consecuencias en mi vida.
Sé ahora con claridad que ese futuro no es el mío. Soy más grande que esa cabeza representando los resultados de una vida, mis temores no ganaron. Allí es adonde sentí mi brazo lleno de fuerza y mi espada de luz avanzo hacia adelante, y con una chispa de brillo la cabeza de ese futuro desapareció.
Allí yo sabía que me quedaba la última cabeza, la más grande y majestuosa, era mi presente. No soltaba fuego, ni me dio temor. Sentía que siempre estuvo allí  presente, solo que las cabezas de los temores del pasado y del futuro no me dejaban ver. Esta cabeza representa el amor más fuerte e incondicional que existe, el Dios del presente, todo que es posible en el universo, aquí conmigo en este momento.
Ya no tenía más mi espada. Mire a los ojos del dragón del presente, y allí estaba yo, representado por una imagen que existía por todo el tiempo. Sin pasado o futuro, el yo Omnipresente.
El dragón acercó su cabeza y me subí sobre su espalda. En ese momento enfrente mis ilusiones y volé con mi gran amigo de toda la vida. Tengo el poder para crear la totalidad que represento.

Como sabes somos uno, y sabía que debía que compartir este mensaje contigo. Se trata de nosotros. Como en trance comencé a escribir. Cuando comenzaba a salir el sol mire afuera y saque esta foto. Mirando directamente esta niebla sabía su significado.
La luz existe dentro de mí, en este momento puedo ver todo lo necesario y tomar la decisión correcta, para avanzar un paso más creando mi legado. En el AHORA SAGRADO.